convivencia psicodèlica
El universo mental de la capitana se encuentra como nuestro vehículo de viaje:sin rumbo. Antes la he visto hurgando entre sus enseres y, posteriormente, hablando sola. Sospecho de su conducta, quizás acentuada por el consumo de drogas. Desconozco el motivo de su actitud y resulta obvio que carece ya de potestad alguna sobre la nave. El mecánico de segunda y yo hemos empezado a confraternizar. La soledad y la perdición de la capitana nos lo aconseja. Hemos de ser nosotros quienes nos hagamos cargo de esta utopía. Y del estado mental de la única mujer de la tripulación.